lunes, 4 de julio de 2011

El concepto y origen del Pecado

Para los griegos pecado se decía hamartia: ‘fallo de la meta, no dar en el blanco’. Aludía al concepto de vivir al margen de lo esencial debido a una actitud errónea no consciente. Antes que los griegos y con anterioridad al arameo el término pecado tenía el significado de ‘olvido’. Olvido de algo que estaba presente, "olvido" como dejar a un lado. No tener presente a algo o alguien que en ese momento, por diversas razones, se lo dejaba a un costado.

El concepto religioso aún vigente de pecado como ‘delito moral’ alude a la trasgresión voluntaria de normas o preceptos religiosos. Dado que existen innumerables normas de este tipo, existen innúmeros pecados, a los cuales se les asigna mayor, menor o ningún castigo según las distintas creencias.

En los estados confesionales, que tienen una "religión oficial", puede estar penado con la privación de libertad, e incluso de la vida -, y en entornos culturalmente pobres, aun en sociedades modernas, se suelen achacar los problemas o accidentes físicos a la comisión de pecados.

Pecado según el cristianismo:

La tradición judeocristiana, cuya fuente fundamental es la Biblia, ha entendido el pecado, en términos generales, como el alejamiento del hombre de la voluntad de Dios. De acuerdo al Tanaj o Antiguo Testamento, esta voluntad está representada por la Ley, preceptos y estatutos dados por Dios al pueblo de Israel, y registrados en los libros sagrados.

De acuerdo con el Nuevo Testamento, la naturaleza pecaminosa del hombre no se puede superar con el esfuerzo de seguir la Ley de Dios, por lo tanto, sólo mediante la fe en Jesucristo, y un renacer espiritual, puede vencerse esta naturaleza, y por ende, dejar de pecar.

Las distintas corrientes del cristianismo han elaborado de distinta forma la doctrina que sustenta esta concepción del hombre en lucha permanente contra el pecado, como naturaleza propia, y la victoria sobre él.

La Biblia define y se refiere a las diferentes clase de pecados:

El pecado en general, consiste en una transgresión libre y deliberada de la Ley de Dios. Por leve que sea, es pecado cualquier desviación de los mandatos divinos. La naturaleza esencial del pecado es la rebelión contra Dios, y es pecaminoso cualquier acto en el cual la voluntad humana se opone a la voluntad divina conocida por la conciencia. El pecado, con excepción del pecado original, se llama pecado actual y se divide en pecado venial y pecado mortal de acuerdo a la gravedad de la transgresión y con el grado de voluntad y deliberación.

Los pecados en contra de la sociedad, que claman venganza al cielo, son: el asesinato, la sodomía, oprimir viudas y huérfanos, y el defraudar de su jornal al trabajador. Los pecados capitales, son la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza.

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